La Península Superior de Michigan

¡Mmm… se atascó!

 
 

 

Introducción

Mucho había ocurrido desde mi último viaje, no solo había obtenido más confianza con mi cámara (practiqué varios fines de semana), sino que también me había graduado y había recibido una oferta de Purdue para continuar mis estudios, esta vez enfocándome en un Masters; además mi hermano menor había empezado su primer año el programa de ingeniería de la universidad.  

Esta era la primera vez en cuatro años que podía estar con mi hermano por más de 2 semanas y quería salir a explorar con él durante nuestras vacaciones de otoño, como estas no son muy largas y no queríamos volar, decidimos explorar la península superior de Michigan. Muchos de mis amigos me habían comentado que era un buen lugar para visitar, especialmente durante el otoño. Después de planear nuestra ruta y de terminar de elegir los lugares que queríamos visitar, lo único que quedaba era esperar a que las vacaciones comenzaran.

 

Isla Mackinac

Manejamos hacia nuestro primer destino durante la noche, Mackinac City. El plan, era llegar a la ciudad entre las 2 y 3 de la mañana, dormir en nuestros carros y despertar alrededor de las 7 para tomar uno de los botes hacia la Isla, todo salió a la perfección, llegamos al muelle a eso de las 3 am donde dormimos un rato antes de tomar el bote.  Nos despertamos un poco más tarde de lo que queríamos (9:00 am) y ya habían varias personas haciendo fila para subir al bote, al ver esto, salimos de nuestros carros, empacamos nuestras cámaras y algo de comida, y fuimos también a hacer la fila.

La mañana estaba fría y aunque todavía estaba cansado, el aire frío me terminó de despertar por lo cual estaba ansioso de subir al bote. Por lo menos, la fila se movía bastante rápido y en menos de 10 minutos ya estaba dentro, en un asiento al lado de una ventana.

 

La vista a través de la ventana del ferry.

 

Cuando el bote atracó nos encontramos con una calle muy pintoresca, llena de personas, tiendas y… ¿caballos? Caminamos a lo largo de esta calle viendo todas las tiendas y cosas que se podían hacer en la isla. Fue en una de las tiendas que nos enteramos que el Gran Hotel de la Isla era famoso por sus almuerzos estilo bufet.

Ya que todo estaba relativamente cerca en la isla, optamos por caminar en vez de alquilar bicicletas o usar los caballos. Esto resultó ser una buena elección ya que cuando queríamos detenernos para tomar algunas fotos o explorar algo más, lo podíamos hacer sin ningún problema.

 

Uno de los varios letreros con direcciones hacia lugares populares.

 

Después de caminar por un rato, finalmente lo vimos… ¡El Gran Hotel! Era un hotel enorme, que tenía un estilo anticuado, rodeado por un gran jardín y sus porteros bien vestidos, sentía que me había transportado en el tiempo.

 

El Gran Hotel, parte del jardín está visible en la parte izquierda de la foto.

 

Una vez en el lobby del hotel, pagamos por nuestros almuerzos y la recepcionista nos dijo que teníamos que esperar alrededor de 30 minutos antes de que abrieran el comedor y nos recomendó algunos lugares en los alrededores del hotel los cuales podíamos visitar. Pero decidimos esperar afuera, donde nos recibió una hermosa vista del lago acompañada de unas hermosas flores cerca de las columnas del hotel.

Apenas el reloj marcó el mediodía nos dirigimos hacia el comedor, era enorme y estaba muy bien decorado, pero lo más importante, había suficiente comida. Nos demoramos una hora y media comiendo y charlando acerca de nuestro día e intentando planear lo que queríamos hacer después. Y cuando terminamos de almorzar, decidimos alquilar unas bicicletas y pasear a través de la isla.

Salimos de allí a la 1:30 pm y todavía nos quedaban un par de horas para ver qué otras cosas tenía que ofrecer la isla. Regresamos al área del muelle y encontramos una tienda de bicicletas donde podíamos alquilar algunas. Alquilé una bicicleta tándem, era la primera vez que mi hermano y yo usábamos una de estas… pero después de un par de choques y caídas, terminamos de averiguar cómo funcionaba.

 

Mi hermano y yo después de un par de caídas aprendiendo a utilizar una bicicleta de tandem.

 

Ya que no había carros en la isla, era bastante fácil recorrerla con bicicletas, tomamos varias rutas para explorarla, fue bastante divertido. Terminado nuestro paseo regresamos a la ciudad de Mackinac y nos dirigiríamos a un KOA para acampar por la noche.

 

Explorando la Península Superior

Después de un día divertido en la Isla de Mackinac, decidimos tomar la ruta escénica y manejar por las calles no asfaltadas en la península superior e intentar llegar lo más cerca que podíamos a la costa nacional de Pictured Rocks. Uno de mis amigos encontró una ruta que nos llevaría a un pueblo que estaba relativamente cerca. El camino en algunas partes era bastante atractivo y en otras bastante off-road. Por suerte, la Touareg que manejaba mi amigo y mi 4Runner estaban a la altura de las calles enlodadas y llenas de piedras.

 

Varios de los caminos por los que manejamos no estaban pavimentados. Este es uno de ellos.

 

Manejar por estas calles fue bastante divertido y nos dio la oportunidad de parar en varios lugares que no hubiésemos encontrado, como esta estación de gasolina abandonada, definitivamente nos detuvimos a tomar algunas fotos; y si de coincidencias se tratara, no habían pasado ni 5 minutos cuando otro carro llegó, era la dueña de la estación y de la casa que se encontraba al lado.

 

La estación de gasolina que nos topamos en medio de la nada.

 

La dueña nos contó que tenía intenciones de vender el terreno ya que no podía soportar los fríos inviernos del área y nos ofreció una ganga, lastimosamente tuvimos que rechazar su oferta jajajajaja.

Seguimos nuestro camino y llegamos a un área que tenía dunas de arena, las dunas estaban cubiertas de marcas de llantas, lo que significaba que varios carros las habían atravesado, concluimos que era un lugar para que los aficionados se divirtieran con sus carros 4x4. Siendo jóvenes y aventureros, quisimos intentar lo mismo y usamos mi 4Runner para pasar varias de las dunas. No tuvimos ningún problema, hasta que… bueno… se atascó.

 

Mi pobre carro atorado en la arena.

 

Mis amigos y yo intentamos de todo para sacar el carro, pero entre más hacíamos, más se hundía en la arena. Decidimos esperar a que alguien pasara manejando para ver si nos podían sacar pero aunque esperamos una hora nadie pasaba. Me estaba empezando a preocupar y le dije a mis amigos que nuestra mejor opción era que manejaran el otro carro y buscaran una remolcadora, me quedé con mi hermano y las novias de mis amigos, pero no habían pasado ni 10 minutos cuando los vi regresar. Se bajaron y me contaron que se habían topado con alguien que vivía cerca y tenía una soga con la cual creía nos podía sacar.

Esperamos al tipo, y 5 minutos después llegó un señor mayor en un jeep viejo. Nos saludó, vio la situación en la que nos encontrábamos, se echó a reír y me dijo que en 10 segundos me sacaba. Mientras mis amigos colocaban la soga en el enganche de mi carro, yo ya estaba dentro, con el carro en reversa listo para salir. Después de un par de tirones, el señor logró sacarme sin ningún problema. ¡Estaba aliviado! Intenté darle 20 dólares por ayudarnos, pero no quiso aceptarlos. Las personas del área eran bastante amigables y este último acto de bondad me lo había confirmado.

 
 

Con el carro fuera de la arena, miré mi reloj y me di cuenta que habíamos perdido 2 horas, no tanto, pero lo suficiente como para tener que salir apresurados así que seguimos el camino, esta vez manejando a un pueblo cercano para almorzar.  Cuando terminamos, salimos del pueblo, intentando llegar a nuestro segundo sitio para acampar, el parque estatal de Tahquamenon Falls.

La carretera que nos llevaba hacia este lugar estaba bastante deteriorada y vieja, pero atravesaba un área en la que las hojas de los árboles estaban cambiando de colores.  Alcanzamos llegar alrededor de las 6 pm y decidimos descansar, cocinamos y nos fuimos a dormir temprano.

 

El Refugio de Vida Silvestre

El día siguiente marcaba un nuevo día, y estaba bastante emocionado. Uno de mis amigos había encontrado un refugio de vida silvestre que no estaba lejos de donde nos planeábamos quedar, estábamos ansiosos por ver qué tipo de animales íbamos a encontrar.

Llegamos a las 5:00 pm – hora ideal para la vida silvestre ya que el sol estaba a punto de ocultarse y el día no estaba muy caliente. Desafortunadamente, aunque el refugio tenía buen tamaño, no vimos muchos animales y las únicas fotos que saqué fueron las de estos cisnes:

 

Un par de cisnes en el refugio de animales.

 

No fue tan emocionante como pensábamos, pero aun así, pasamos un buen rato, estábamos bastante cerca de la costa de Pictured Rocks y nos habíamos tomado una foto con el letrero unas horas antes:

 

Foto con el letrero de Pictured Rocks.

 

Esa noche, decidimos quedarnos en un hotel ya que estábamos cansados de acampar (mi hermano me lo agradeció).

 

Pictured Rocks

El último día de nuestro viaje lo pasamos en un barco que nos llevó a conocer la costa de Pictured Rocks. La erosión causada por el océano era muy evidente en las piedras que adornaban estas costas.

 

La erosión es visible a lo largo de toda la costa de Pictured Rocks.

 

Luego del viaje en el bote, regresamos a nuestros carros alrededor del mediodía y empezamos el largo camino a casa.

Andres Castillo